Fernando de Lira

EL AVATAR DE IGNACIA

Rostro divino

bordado de arte,

ojos de mieles

oteando distancias

de un atalaya

mirando lejano,

pelos claros

armónico desorden,

y tres puntitos

de mayor a menor

bajo su frente...

labios dulces

que dan apetitos,

cejas perfectas

sobre las melazas

que son dulces sabores

de cañas...

con sensaciones

de placer... embriagan,

me quedo con el avatar

atrapado en mis ojos,

reservado y protegido

adentrarse, sigiloso

sin ruido, en mi mente.