Lina Padilla

EL ÀRBOL

 

Tiburón que crece

con sus garras por la arena

me saca de la casa

tortura cada una de mis penas

con su sombra y aliento

 

...

 

La mirada de tu rostro 

refleja mis carencias

me destruye dulcemente

con la muestra del crecer 

en las noches eternas

 

El amor por el bronce

de fuerzas en el cielo

y la bùsqueda del mar

reflejan la fidelidad

de tu amante interno

 

Me sorprendes con tu amistad

y tu color en la niebla

en el mundo del fantasma 

de la impureza

 

Como ave eterna

te aferras a al libertad

renaces con sentimiento

aun con el sutil clamor

de ser correspondido

sin abrazo sin sonidos o silencios

en regreso