En la cumbre de mi impotencia
eh llorado;
y mirando al cielo
inundé mis ojos con la luz de luna,
quedé atrapada en aquel magnífico trance
verla brillar entre aquellas nubes,
se esconde y vuelve a salir
como una actriz,
nadie la ve tras el telón gris de la noche
nadie la observa sin el disfraz.
La obra estelar, la luna y yo
un drama de dos confidentes,
yo lloro las penas de mis días
ella me conduce hacia el silencio
y en este vacío
donde hallamos consuelo,
no hay más que dos;
...la luna y yo.
ELIZABETH GONZALES