L. Roberto M. Uriostegui

¡México nos duele!

Nos duele el aire con polvo de otra tierra,

la vida arrebatada,  la sangre derramada

nos duele la indiferencia de los hijos,

inconscientes y poco luchadores.

 

Nos duele la mentira del adalid

que nos hizo creer en libertades

luchar por convicciones

y que luchaba solo por su vida.

 

¡La patria nos duele! en sus pilares rotos,

sus cosechas ya quemadas, 

en los retoños olvidados

y los crímenes no juzgados.

 

¡México nos duele! en todas sus heridas

causadas por el egoísmo y la poca concordancia

por el tumulto cansado de ignorancia,

y ojalá pudiésemos curarla.

 

Nos duele tu falta de memoria combinada

con el hambre de tus hijos

y con el oro de unos cuantos extranjeros

¡Nos dueles patria!

 

¡México nos duele! pues lo amamos

y su águila (antes en el centro de la luna)

ha emigrado por la falta de amor

de lucha y de entrega, por falta de pasión.