Sara (Bar literario)

Una tarde en la que el poema se hizo contraportada

Esta tarde, o pudo ser otra, 

o de la de un niño desnudo en la calle

frente a un café lleno de prostitutas.

O la vez que crucé a destiempo

y un imbécil, me sacó el dedo

metételo en el culo, le dije

es mentira, casi lloro

me fui corriendo y tomé una biblia.

Decía que era pecado ir sola 

por la calle.

Mi agarafobia,

se santificó de razones

desde ese día.

O pudo ser la vez

en que me desnudé frente a alguien.

Mis pezones eran fragmentos

de un esquivo amor a la tela fina.

Mis piernas parecían dos vidas

que me mutilaban la niñez

y me dieron la fealdad más grande

decía alguien

es la concebida por el placer.

Y fuimos tan feos esa tarde,

que arrojé todos los peluches

y coloqué en sus pelusas

la adultez de dos zapatos rojos.

O pudo ser la de mi primera embriaguez

me besé con un extraño

que tenía una chaqueta parecida a la de un tío

al que siempre tuve miedo. Vaya a saber porqué

Después, hice el amor en el cuarto de mi madre

con un chico que olía a bar.

Ese mismo bar, en que declaré vencida,

la fecha del primer enamoramiento.

Pero que cosas tiene el estar ebrio,

uno se olvida de quién es y escoge siempre

abolir la máxima cpn la que creemos

ser mejor de lo que somos,

cuando nos olvidamos

de los ojos de Dios que tiene el espejo.

Esta tarde, o pudo ser otra

he caminado después de mis miedos.

Y ellos delante, iban diciendo

que se joda, que no moleste

la ortodoxia burocrática que tiene el tiempo.