ocsirnaf

NOSTALGIA

 


Como en un remanso de paz

donde duerme la nostalgia,


suenan las teclas amarillas

de un vetusto piano añejo.


Enferma de soledad sueña

 mientras se desnuda frente al espejo.


 Acaricia con sus gastadas manos

la flacidez de su blanco pecho.



Labios que encienden las lámparas

de un olvidado beso.


Huellas borradas de dedos ajenos

que un día amaron su cuerpo.


Sacos vacios de fe y esperanza,

hundida y abandonada

entre playas de sentimientos

y amores de arena mojada.



Las horas que le quedan

son de un regusto que a veces amarga.


Ver partir todos los barcos del tiempo

y que nadie se digne a esperarla.

 

Recuerda sus cabellos negros rizados

apoyados en su almohada,

Y aquellas manos que preparaban el café

desde siempre, casi cada mañana.


Recuerda su risa, su olor,

la sonrisa que tenia reflejada en la cara.


Dulces pájaros de juventud

que un día sus nidos abandonaran.

 

Una lágrima humedece sus ojos profundos

 eternamente cargados de sueño. 


Su cielo ya no es azul

y el aire que respira tampoco es ligero.


Hay otro lado en el mar,

quizá otra ciudad más brillante.


Una melodía surge de las aguas

que nunca había escuchado antes.

 

Nocturno de Nostalgia

a través de un inmenso mar de cristales.


Notas de un triste y viejo piano

tal vez tocado por un ángel.


La música era tan dulce

que parecían caricias del ser amado,


es justo cuando decidió bucear

y nadar hasta el otro lado.



Escuchaba una voz lejana entre las olas

 que gritaba su nombre.


Ella...


con cierta tristeza en los ojos

recordaba a ese hombre.


De repente abrió los ojos

y allí estaba medio dormida,

tumbada en su cama.


Nunca un sueño le había hecho sentir

tanta paz en el alma.

 

Se puso de rodillas frente a la cruz

y pidió a Jesús que por favor viniera.


Ruega que la perdone

todos sus pecados el día que se muera.


¿Es tan difícil de creer

que Jesús sea siempre la respuesta?


Ella ya sabe que las puertas del cielo

siempre estarán abiertas.