Beatriz Blanca

TEMIENDO EL PASADO

De pronto, sobre la repisa, viò las caracolas, las acercò al oìdo y recuperò el sonido; era la canciòn del mar batiendo sus olas.

Cerrò los ojos para evocarlo con los sentidos, fue cuando se le aceleraron los latidos...

Podìa sentir su aroma y percibir su sabor salado, aceptar el calor del sol templando ese momento olvidado. La arena ardiente  bajo sus pies descalzos... Escuchò el chillido de las gaviotas reboloteando.

Sintiò unas manos trèmulas que la iban acariciando. Sobre su cintura esos brazos la aprisionaron con un tierno abrazo y unos labios hùmedos le arrebataron los suyos...

¡Quizàs no debìa haber evocado el pasado...! Recordar fue encontrar de su vida solo un retazo.

Las prisas del mundo se lleva todo tan ràpido, que sus emociones se perdieron por alcanzar el futuro..., dejando de lado las experiencias de sentir al amado.

Pero necesitò tan solo unos minutos para recordar y ver que poseìa un pasado...

Se permitiò entrar en sus sueños abandonados y sintiò revivir las ilusiones de esa joven enamorada, se transformò en mil alas surcando el espacio...

Pero el tiempo es tirano y se alejò a pasos acelerados.