No hay que ser muy visionario para saber que tu me convienes
tu me convienes porque ambos vamos tras las mismas metas
tu tras tus cuentos y novelas de ejemplares seres
y yo tras la ruta de quizás un día convertirme en poeta.
No hay que tener muchas luces para saber que tu me convienes
tu me convienes porque a la hora de amar con el alma te entregas
tiene que ser tonto el que te toma y te deja con todos tus bienes
y se fuera como si nada le hubiera ocurrido con tanta belleza
No hay que ser muy brillante para saber que tu me convienes
porque a la hora de la pasión no dejas nada para la próxima vuelta
hay que ser un loco más bien diría un necio un pelele
un hombre sin norte si ni una consciencia de lo que es riqueza.
No hay que ser muy clever para comprender que tu me convienes
tendríamos que adaptarnos eso si para vivir en pareja
de partida te diré que ronco como una estampida de trenes
y al despertar me gusta amanecer pegado igual que una almeja.