clonariel

PRESENTIMIENTO

Antes de conocerte la noche traía tu espejismo,

 

traía tu corriente de ojos estrellados.

 

Mi llamado hurgaba las sombras del mundo,

 

mi voz avanzaba en la cálida helada.

 

 

El temor y la esperanza temblaban mis mañanas,

 

las aves abrían su oleaje sonoro.

 

La rápida aurora me sorprendía callado,

 

como si mi voz estuviera desnuda.

 

 

Luego creciste en la brisa como un pueblo,

 

pronto a mí tu viniste,

 

desenterrando mis flores debajo del invierno,

 

llenando mis vasijas de todos los tesoros.

 

 

Ni toda la nieve impidió a mis manos

 

contigo hacer fuego.

 

Yo tenía una patria sumisa y anhelante,

 

tus alas de golondrina invadieron

 

la soledad prematura.

 

La vida trepó desde el fondo apagado.