Maria L

Amor en punto.

Todos los días


te quiero a la misma hora,


incluso en el mismo lugar;


todos los días me calzo


mis pies de entonces


y camino por ese amor breve


-ese amor niño-


hasta orillas de tu nombre;


todos los días


a la boca en punto


llego sigilosa a tu boca


que me recibe


con los besos abiertos


y nos quedamos allí,


en esa hora sacra


que tiene rostro de gloria


y en ese lugar


que se parece un poco


a la palabra libertad.



Todos los días


te quiero a la misma hora


incluso en el mismo lugar


aunque nunca llegues


y yo, jamás te espere.