clonariel

A SU PUERTA VOLVÍ A GOLPEAR

Insistí, a su puerta volví a golpear,


sólo el viento salió a recibir mi árbol desnudo.


Cayó la noche, yo quedé solitario con un sol


entre los dedos.


 

Amo y en ello el corazón desciende, la esperanza


es un cosmos tan grande que extravía.


Amo con dicha triste.


Navegando voy con sonrisas de lágrimas


hacia el puerto de su vida,


allí estarán sus ojos de montañas,


allí aguarda el mañana agazapado.


 

¡Si supiera gritar en silencio!


¡Si su nombre pudiera mencionar en la muda


soledad del tiempo!


Su belleza es arena atardecida,


su amor llega en presagio inexplicable,


todo pareciera abandonarme,


todo marcha en ola arrebatada.


 

¡Ven! Ven sobre mi noche inacabable, conservo para ti


mi pasado acumulado, diminuto soñador soy


que te soñó en el principio de su lejana


nostalgia, en su soledad de laberinto.


Contigo escogeré el sendero más largo,


para que el tiempo nos muestre el mundo


antes que se duerman las aves. ¡Ven, trae tu espíritu


hasta mi pecho!


 

Insistiré a su puerta. Antes que la muerte me nombre,


besaré la primavera de su boca,


cobijaré su desnuda fantasía con mis brazos estrellados.


Junto a su cuerpo florecido mi llanto


crucificaré.