Marcelo González Del Río

CAVILACIONES DEL MUCHACHO QUE DESCUBRIÓ EL OLVIDO ENTRE LOS PÁRPADOS

Y el muchacho alcanzó a percibir la mirada distante

¡de modo alguno eran esos mismos ojos que miraban!

Es decir/ pudieron sí haber sido los mismos exactos

ojos pero no/ no eran los mismos ojos que miraban

Todo era muy distinto en la expresión ¡tan desconocida!

como si el azul dejase de ser azul siendo azul

o el árbol dejara de ser la sombra por ser marrón  

 

El muchacho entendió entonces ya bien tarde en demasía

que el tiempo es extraño y se refugia siempre entre los párpados

justo ahí hecha nido su querencia: anida en la mirada

luz perpetua del espacio que navega entre las cosas  

 

Y entonces ve con claridad entre respiro y respiro

como el mundo va adquiriendo la manera de su nombre

el de ella/ el de mucho tiempo antes de ese justo día

en que el viento embozado le arrebatara de una vez

la luz atenta de su mirada ¡ahora tan herida!  

 

Cerró entonces con lentitud sus propios ojos exhaustos

y fue como si de pronto se diera vuelta una página

al tiempo que se cubrió de oscuridad por un instante

¡estaba tan extrañamente tranquilo/ desusado!

con el convencimiento de que el nuevo día yacía

detrás de sus ojos atascados de polvo y de olvido  

 

- ¿Culpable soy de qué?/ Recapacitó por un instante

Y en verdad /se dijo/ que solo me eche culpa la muerte

por haberla visto morir de tan temprana manera  


MG, 2014 www.buescayencontra.blogspot.com