Nerea Acosta

Condicionales

Si yo supiera encontrar las más hermosas palabras,

convertirlas en suspiros y suspirártelas al alba.

Que tu alma se sintiera acariciada por mi voz,

como la orilla por el río,

que al oír mi nombre, no pudieras evitar un escalofrío.

Entonces…

podría recitar a tus oídos versos que enamorarían tu alma.

Si yo pudiera volar entre tus densas nubes,

o caminar a ciegas por tus secretos pasadizos,

llegaría hasta tu cuerpo, conocería el paraíso.

Nuestros cuerpos juntos levitarían,

anegados por el deseo guardado.

Seríamos uno, acabaríamos con esta larga agonía.

Si yo conociera la entrada a tu laberinto y tus caminos escondidos,

y mi alma no fuera por ti, ignorada y callada,

te regalaría tantos recuerdos, que nunca alcanzarían olvido.

Romperíamos silencios con nuestros dulces gemidos,

al arribar a las orillas de nuestros callados deseos.

Si yo supiera que tú sueñas con mis labios,

como yo tímidamente, sueño con los tuyos,

no habría ni maldición, ni fuerza, que rompiera nuestro sino.

Si yo pudiera, me metería en ti, serías mi razón,

serías mi aire, mi respiración.

Tus pulsos y los míos serían latidos de un solo corazón.