Sara (Bar literario)

Extraños-

Ay, de estas penas que no podrán liberarse.

De esta silueta, no hay quién se haga cargo.

Porque somos niños, pero teníamos la sombra de la tierra llorando en nuestros costados.

Ay, duele. Les quiero contar de esto, pero nace un recuerdo de noche debajo de mis párpados.

                                                                                      Y olvido los ojos que lo miraron.   

                                                                                       

Espejito, espejito mágico. Libera mi silencio y dale un descanso a ese sueño que no termina de contarnos.

De días que jamás existieron. De días que en Dioses pequeños, se transforman para adorarlos. Pero nunca existieron. Fuimos nosotros. Ésos que quisiéramos, caminando.

 

Ay, recorrer la tierra, con las manos de otro pecado. Era yo, la que hizo del amor, un tabaco. Del hombre, un bar de paso. Fue él, el extraño de mi pañuelo. Fui yo, su duelo entre camino y pasado.

 

Espejo, espejito mágico. Dile a quien te mira, que este momento, será de otro nombre, de otro que lo añora y que adoptará la postura, del mismo rostro, al extrañarlo.

 

Conjunto de formas para vivirnos desde el llamado.