cami-de-sirga

¡Qué hemos hecho con el saber!

¡Qué hemos hecho con el saber!

“Conocer es poder”, diría alguno,

aunque el “poder” favorece el desconocer,

llenando las aulas de alumnos lobotomizando las Humanidades

para engrosar las listas de aprendices de brujo,

ignorantes consumidores de producto ya masticado.

 

Pretenden ser entendidos en todo,

opinadores gratuitos de los avatares de los otros,

discos rayados de frases hechas,

necios encubridores del negocio del que les ata

y que venda sus ojos al verdadero “saber”.

 

Toman la palabra sin que nadie se la haya dado;

juzgan sin haber escrutado las razones del otro;

condenan o absuelven según les sean o no acordes ;

puras glebas de esclavos que se creen señores.

 

La fuente de su saber es la opinión de otro,

que a su vez es también la de otro,

y así, infinitamente, llegan al “gran hermano”

que se autoerige  en el supremo conocimiento.

 

Sócrates temblaría y lloraría de pena

al ver tantas respuestas sin pregunta previa,

tantas preguntas que no quieren respuesta,

tantos niños, jóvenes y adultos

con la prótesis del móvil incorporada

y tanto cerebro saturado de estupidez.

 

¿Qué hemos hecho de lo hermoso,

del pequeño detalle que esconde

los misterios de la vida, del saber y del conocimiento?

 

Estamos tan “informatizados”…

Tan “movilizados”…

Tan “entabletados”…

Tan “miniconsolados”…

Tan “enTVizados”…

 

Tantos “tan” que parece mucho,

toda una enciclopedia virtual

de ignorancia i de no-saber,

de fríos cerebros programados sin criterio propio,

usurpada la curiosidad de quien fue niño

y quería “saber”.