Alberto Moll

Miseria

 

Por sórdidos e inhóspitos parajes,

en desolado tránsito errabundo,

arrastran su existencia lastimosa

tantos infortunados indigentes.

 

El desamparo, el hambre y la pobreza

son sus fieles compadres de por vida...

¿Qué mal hicieron estos desdichados

para sufrir condena tan terrible?

 

De su trágica y acre desventura

toda culpa es ajena a estos humanos.

Tan solo el ciego azar es el culpable

de alumbrarlos en guetos de miseria.

 

¿Por qué tal injusticia es perpetrada?

¿Por qué tanto dolor no es evitado?

Es muy triste, muy triste y lacerante

ese submundo hundido en el olvido.

 

Y más triste, más triste todavía,

con certeza saber que siempre estuvo,

que está ahora mismo y estará por siempre

tan cruel iniquidad en nuestro mundo.