La Pluma y Mi Alma
(Autor y Cronista)
Entre maleza y escombros, alguien estaba llorando,
Se buscaba el llanto que desde lejos se escuchaba,
Eran llantos que nunca por allí se habían escuchado
Y quien lloraba, era el producto de dos jóvenes despiadados.
Jóvenes que entre grandes enamorados,
Por placer y por pasatiempo se habían entre lazado,
Entre besos, abrazos y susurros embozados,
Seducidos y emocionados, hicieron el producto encontrado.
Más que acoso y melosos, estaban enamorados,
Eran pájaros empollados que reguardados en amor;
Buscaron el cómo satisfacerse, en momentos apasionados,
Sin saber con certeza en que llegaría el día del dolor.
Dolor que en llanto se ha identificado,
Entre maleza y escombros se ha escuchado,
De un niño, que de no ser aborto, ha sido abandonado;
Dolor en el corazón de dos jóvenes enamorados.
A los enterados padres de los dos enamorados,
Les dolió por vergüenza saber la mala noticia,
Optaron por despedirlos, del cuidado de amor de padre,
¿Qué razón hay, para que este niño, perdiera sus caricias?
De dos enamorados, hoy dos encorralados,
Estudiantes enamorados, embozados quedaron embarazados,
No hallaron pan, casa y techo para el abandonado,
Por eso el niño lloraba, por los padres despiadados.
Mejor es tener cuidado, de estar enamorados,
Sea por largo plazo, pero bien planificado,
Si en verdad se han entrelazado,
Cuiden de no quedar embarazados,
Evitando ser víctimas, de tantos niños abandonados.
Padres de hijos enamorados y que se han entrelazado,
Antes de ser atacados de emociones inesperadas,
A sus hijos guíen al andar de enamorados
Y sean más tarde padres de familias consolidadas.
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Desde el corazón del poeta del alma
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