José Jacinto Corredor Cifuentes

POEMA DE AÑO VIEJO

POEMA DE AÑO VIEJO

 

Terminas cansado el recorrido y tus últimos

momentos cuentan en sentido inverso

las gentes que te vivieron con plena intensidad.

 

Pareces interminable año viejo, en el calendario

las hojas que han caído una a una, día a día,

ya no atinan a sostenerse en vilo.

 

Al igual que te deshojas, las almas envejecen

con cada sol y cada luna de sus vidas,

llenas de luz las unas, de tinieblas las otras.

 

Dejas en algunos sabor de prósperas mieses

que a lo largo de recorrer cosecharon

y con avidez disfrutaron en frenético afán.

 

En otros, penas amargura y llanto quedan,

cada folio que se desprendía, en ellos sembraba

un amargo sentido de frustración y de fracaso.

 

El reloj en su incesante tic tac te está tocando

la fúnebre marcha y expiras por momentos

sin que nadie pare mientes en tus lamentos.

 

Te vas y para siempre en el sepulcro del tiempo

te enterrarán al son de músicas y lágrimas,

sólo te recordarán quienes en historiar se ocupan.

 

Un abrazo a la madre, la esposa, al ser querido,

unirá tu segundo final con el primero del que viene

cargado de promesas y esperanzas sin confines.

 

Un trago se  brindará por tu agonía y muchos

por el que nace; doblarán las campanas  en la torre                      

y de los cañones el estampido retumbará la noche.

 

¡Bendito año viejo que te vas envuelto en los recuerdos!

¡Año Nuevo bien venido! ¡Que nos traes generoso

la ilusión, el amor, la paz, la vida!

Bogotá, Diciembre 31