amdiosteza

Y despues

Y no solamente fue eso…

Fue todo…

Fue nada…

Fue el aire tuyo 

Respirado con la mirada.

Fue el vértigo de la emoción

De tu llanto, clamando insanamente

Una felicidad impropia de tu alma.

 

La emoción, de mí,

Oigo… aun sin nada poder escuchar,

No olvides tanto rencor, rencor

Del dolor que muere por morir.

 

Y después de todo,

Ya no diré…

Cuando el pasado de tus ojos;

Estoico y silencioso,

Pase frente a mí

Sin tu soledad difunta,

Con tu muerte de manos…

Solo tenme ahí…

Yo, sepulcro de tu soledad.


Francisco De Tescia.