Llora una perdida que se llevo un trozo de tu ser, llora un pasado.
Llora un final tal vez satisfactorio o tal vez trágico, llora un principio y recíbelo con una sonrisa llorosa.
Llora con lamento, no te detengas en hacerlo, llora con euforia, libera ese dolor, esa felicidad o simplemente el final de un inicio, llora ese fracaso que te derroto y te devastó pero hoy día te hizo crecer.
Llora la muerte de seres queridos que partieron este año, que fueron llamados a una vida diferente; seres que hoy marcaron nuestra historia. Llora la vida de un pequeñito que este año se digno a acompañar nuestro caminar para generar cambios en nuestro ser.
Llora el final de un ciclo importante; una vida estudiantil que estuvo llena de lágrimas por la separación, pero llena de gotas de esperanza de una mejor mañana, ya que en nuestras manos está el cambio de los errores de nuestros antepasados, llora la gloria de aquellos que el día de hoy han alcanzado la cúspide profesional.
Llora tu dolor, ese que traes cargando ahí por años en ese costal tan pesado, déjalo ir, perdónalo, libérate, pero antes que nada llora por tener una oportunidad que se te ha dado al estar entre el final de un año y el comienzo del otro, teniendo nuevamente la dicha de escribir de forma diferente tu historia de vida.
DeL MaR