La última vez que hable con Isabella ella fumaba un cigarrillo como si cada bocanada fuese una entrada al paraíso.
Tenía los ojitos brillosos y los labios secos.
Me dijo que siempre me querría.
Yo le dije que todo se cura con el tiempo, que yo tampoco la olvidaría pero que tenia la convicción de que en algún momento despertaría sabiendo que ya la había dejado de querer, ya que no existía aquel \" siempre \" del que me hablaba.
Hoy la volví a ver.Estaba radiante, bellisima. En sus ojos brillaba la luz de un nuevo amor, y un muchacho delgado la tomaba de la mano con delicadeza, con aquella dulzura que nunca le supe dar...
¿Ves, Isabella? Todo se olvida. Pasaste frente a mí y no me reconociste, o al menos fingiste bien...
Pero cometí un error. Yo no te olvido. Recuerdo tu mano en la mía y aún siento tu calor, recuerdo tu voz prometiéndome que nunca me ibas a olvidar...
Que paso,Isabella mía, dónde nos perdimos...