Ania

Pichiruchi

Sentado siempre en tú silla, como parte de la escenografía, posabas tú cuerpo delgado y malgastado, tú sonrisa ya se había apagado, apesar de los pocos años, tus dedos perdieron el vigor de antaño, tus pies tropezaban solo con el polvo de la habitación y te ahogabas solo con tú respiración.

 Parecías un muñeco.....sin vida, sin sueños,como si los años pesaran en tus bolsillos.

 Pero el azul de tus ojos nunca se desgastó, solo había brillo en tú mirar, se llenaban de lágrimas por no poder expresar tú frustración, deseabas hablar, más de tú boca solo se oía, como un ultimo susurrar.

Querías acariciarme.....pero tus dedos delgados y quebradizos, no podían alcanzarme.

 Cuanto dolor, cuanto vacío,nostalgía por lo que fué, dolor por lo vivido.

Ya no eras para el mundo......morías en ese cuerpo, tú mente sana, tu cuerpo muerto, tú amor intacto, lleno de sentimientos.

 Tús pensamientos te atormentan, solo oyes su eco, que resuena ahogandote en silencio.

Ya no estás,

ya no serás.

 Pero el azul de tus ojos, nunca se apagará, el azul de tus ojos en mi corazón siempre brillará.

 Te quiero pichiruchi..............