valentino arrabal

AMOR Y LIBERTAD (Relato)

Y deambula por la calle una vez más, sin rumbo conocido. A paso lento y despreocupado, avanzaba contemplando y buscando una secreta intención en todo lo que se me aparecía en mi camino. Así iba caminando absorbido en mi propio pensamiento. Hasta que choque inesperadamente con una joven de aproximadamente 18 años, que de seguro iba muy apurada por llegar a su centro de estudios, porque algunos libros salieron disparados producto del encontronazo. Yo lógicamente me disculpe por ese hecho vergonzoso, creyendo ser el único culpable de lo que había provocado. Cuando en eso me di cuenta del título de uno de los libros que se hallaban tirados sobre el suelo, que decía: “Mujeres que aman demasiado”. Luego de recogerlos, se los di a la joven un tanto ruborizada por el incidente; tuvimos una pequeña charla y al despedirme de ella, me dijo que se llamaba Aracely, por un instante quedé paralizado al escuchar su nombre y yo reaccioné nerviosamente diciéndole el mío, como si los dos pensáramos encontrarnos más adelante, cosa improbable creí yo.

Por allí cerca encontré un cafetín y pedí una bebida como para asimilar tranquilamente lo que me había sucedido. En realidad, no estuve tan distraído para no darme cuenta de que esa chica venía a mi encuentro, pude haberlo evitado si hubiera girado a uno de los lados y pasarme de largo con toda normalidad. Pero no, elegí que sucediera todo lo contrario. Pues unos 3 o 4 metros antes de encontrarnos intespestivamante,me di cuenta que esta chica me artraía porque me recordaba a alguien del pasado.Sí,era alta, de mirada tierna, ojos café, de pelo azabache hasta los hombros, de piel blanca y muy guapa. Esa imagen de ella me cautivo, y no dude de que sucediera lo que sucedió. Y lo más sorprendente de esto, es que su nombre también coincidía con esa chica del cual estuve enamorado alguna vez. Y el libro que ella llevaba consigo…”Mujeres que aman demasiado”, me impresiono.

Pensé, si la Aracely que yo había conocido me habría amado demasiado, y si había sido así, por qué entonces no continuábamos juntos. Qué pasó, tal vez yo no lo ame demasiado. O fue tal vez que  nos amamos demasiado, que elegimos por darnos libertad; pero no hay duda que la extraño, extraño su compañía, esa sonrisa fresca y espontánea, sus besos apasionados y esas ganas furiosa de encender el deseo con un simple gesto de seducción; y ahora que recuerdo, lo que nos dijimos esa última vez antes del adiós: “Si lo nuestro fue verdadero amor, ese amor por ser verdadero nos volverá a juntar, que cuando por nuestras vidas sintamos esa señal inequívoca  de lo que alguna vez nos unió, de que solo bastaba ese instante para que nos reconociéramos que fuimos el uno para el otro y volveríamos así, a sellar definitivamente nuestro amor”

Y si lo pienso bien, ya hace mucho que estamos separados y cada vez que pasa más el tiempo, me doy cuenta que no ha habido otra mujer que no me haya llenado tanto en cuerpo y alma como solo podrías haberlo hecho,tú,Aracely;y si hoy vago por estas calles desconocidas es porque en el fondo te estoy buscando, para volvernos a amar y ahora sí, para no separarnos jamás. O si tal vez en verdad, tú fuiste aquella chica de los libros y que deje la oportunidad de reconocernos mutuamente, y tal vez, no lo quiero creer, de que lo nuestro no fue verdadero amor, y que finalmente me habías olvidado…oh,no!,no quiero creer lo que tanto me repetías cuando había dudas sobre nuestro amor, que : “El olvido es una forma de libertad”.