Gianfranco Bernardi

Señora

Jamás he podido soñarla
Aun si mi voz es soez
Nunca he dejarlo de amarla
Ni he irrespetado si piel
 
A usted, señora sin alegría
Que por los suyos siempre sufrió
Hoy le dedico mi poesía
Implorando solo su perdón
 
Usted siempre ha estado presente
Y aunque muchas veces le dolió
Mi actitud asaz irreverente
Sus sentimientos ocultó

 

Usted piensa que no la quiero
Y no se equivoca señora mía
Pues simplemente, yo la adoro
no solo por curar mis heridas:

 

Siempre estuvo a mi lado
Aún sin saber de mis penas
De mí jamás se apartado
Aun con toda su agenda llena

 

...Si su vida se acabara
Oh mi señora querida...
...Yo no dejare de amarla
Jamás… Nunca madre mía