Había una vez un pueblo con tanta ignorancia
Que solo sabía de futbol, ¡que discordancia!
Cuando el grito de guerra renace con elegancia
Es tiempo de luchar bajo cualquier circunstancia
Intento comunicar lo que mi ruiseñor predica,
Pero una bola de uniformados despotrica,
Contra cualquiera con libro en mano, ¡te discriminan!,
Seguramente con ordenes de ¡Son peligrosos!, “Asesina”.
Difícil es ser joven en estos tiempos,
Donde la ignorancia fomenta el desconcierto,
El ilegitimo es quien se queda sin argumentos,
Ese vende patrias traicionero, ¡Sin madre! ¡Ni cimientos!
Sigo caminando, por el laberinto que la juventud significa,
Por la calle manchada y sangrienta que me comunica,
Cuando mi corazón llora y se quiebra se intensifica,
La desilusión de un pueblo que solo CALLA y se PETRÍFICA.