No escribirás jamas un ultimo poema
pues poema es todo aquello que rodea,
a tu vida, tu corazón, tus pasos,
la misma luz que tus mejillas clarea.
Más al despedirse de uno u otro amigo,
siempre el recuerdo quedará latente
y podrás rogar a dios como un mendigo,
y aquél te enseñará a ser paciente.
Un ultimo manjar de letras saboreadas
en la mesa redonda de la vida mía,
aquellas, que disfrute tantas madrugadas,
aquellas, que me hicieron recorrer la vía.
Más el destino es sabio y firme en su consejo,
no esperes de él más que lecciones duras,
hoy este adiós, me dice que te dejo...
por que aprendí a romper las ataduras.