laurix

ke dulce despedida

En las fragancias del mar oscuro,
una sirena canto su tristeza,
reflejando en cada onda decadencia y fortaleza.
Entre las frias brisas del ocèano
compone su dulce melodia,
con coros luctuosos, de sufrimiento y agonia
exteriorizando el dolor de su alma perdida.
Canta una tragedia, de aquel sueño perdido,
canta un lamento para la torturada noche
sobre aquel amor sufrido.
En una ultima linea de dolor toca un violin,
sobre los hombros de un angel
donde sus notas muertas
intentan alcanzar aquella cadena de salvacion
donde esta plantada una batalla de dioses perdida.
Sumergida en el dolor, la sirena navega en busca de algo,
cual nunca tuvo existencia,
con el corazon de madera,
y con el alma en pena su partida es hacia la nada,
siendo observad por la luna llena