Veo tu fotografía y mi corazón se torna nostálgico,
La acaricio suavemente, deseando que de esa imagen
Salgas y te sientes a mi lado.
Mis ojos se vuelven mar,
Y el agua quiere brotar y entumecer mi ánimo.
Escucho esa canción que te recuerda
Y mis ojos, que son ya un océano;
No pueden aguantar más y empiezan a emanar agua,
Como sufro por tu ausencia, por estos kilómetros
Que separan nuestros labios.
Esta relación a distancia; ¡que prueba más cruel del destino!
Nunca siquiera por un efímero instante nos hemos visto,
Esta relación, creada por nuestros corazones
Sedientos de amor, solitarios y llenos de ilusiones.
Es tan extraña como contradictoria.
Tengo que vivir de imágenes tuyas que lastiman,
Y mi ser se encoje al saber que me profesas
Un amor eterno y elocuente, pero no puedo saborearlo.
Y en tus fotos siento el calor de tu cuerpo innato.
No te he visto…pero puedo extrañarte tanto,
Como te habéis tatuado en mi piel.
Veo tus fotos y mi amor se acrecenta,
Y este es tan pequeño como el infinito;
No puedo decirte que tan grande sea,
Eso ni siquiera lo sé yo.
Pero si puedo decir que te puedo amar mucho más.
Esperare el día en que pueda verte frente a mi,
Y escuchar directamente de tus labios
Cuánto me amas.
Y así, todo esto que llevo guardado en mi pecho; compartirlo
Por fin contigo.
Hasta entonces viviré amándote en tus fotografías
Y llenando mi alma de tus esperanzas,
Esas esperanza que… me dan la fuerza para seguir.