TucididesLopez

SEMBRADOR DE ESPERANZAS

Abusando de su confianza

le pedí fervientemente al Señor,

que me concediera el honor

 de ser sembrador de esperanzas.

 

Dios en su benevolencia dijo:

usa tu verbo y tu fina pluma

para que en mi nombre

repartas fortuna

 a cada uno de mis hijos.

 

Desde entonces entendí que el Padre

no hablaba de riqueza material,

que debía ensalzar lo espiritual

como tesoro verdadero y perdurable.

 

Por eso cuando escribo

pretendo alimentar

tu espíritu y el mío,

es el mayor y más grato desafío

asignado a este humilde

servidor de Cristo.