Eugenio Sánchez

MI TORITO

 

 El canto del zorzal anuncia el día,

 nace radiante el sol sobre las cumbres

y se tiñen  de verde las montañas

y emerge del tejado la humareda.

 

Van llegando manadas de ambos flancos:

hoveros y mulatos ,negros, vayos

serán de Calamarca , Unimgambal

de la Vega de Huaso o de Pampán.

 

Tras largo caminar entre pedriscos

los cascos despeados por el lodo,

sudorosa la piel y  sobre las astas 

amarrado va el poncho del arriero. 

 

 

En medio de bramidos y  rebuznos,

Se escucha pronunciar entre otras frases:

“ya pues lo que te digo, está flaquito”

“agarra la platita pues hermano”

 

-“demeste  alguito más pue señor Avalos”

“MIreste quel torito está gordito”.

Al mirar el dinero que hipnotiza,

se rasca la cabeza y lo recibe.

 

Ya pintaron de rojo las costillas

con la letra inicial del nuevo dueño,

se une a la manada bulliciosa

y a cornadas le dan   la bienvenida. 

 

Se comprará con el dinero de la venta

un sombrero de palma para ella,

él  sus ojotas nuevas, libra de coca

y botella de alcohol para el camino.

 

Poncho al hombro  vuelve y  en las alforjas

Carga la soga  como único recuerdo

saca el checo de cal, mira las nubes

y cual Judas maldice  a las monedas.

 


Eugenio sanchez