micaela fernandez

Sin metas ni objetivos....Sin reaccionar.

 

Hoy quiero contarles una historia real, la historia de mi madre; un mujer simple, sencilla, una mujer que dedicó su vida al cuidado de  sus hijos, no tuvo metas ni objetivos distintos que ser madre. Mi madre se llama María, se casó muy joven con mi padre y quedó embarazada de inmediato, llegó mi hemana mayor, luego un niño que nació muerto, después sigo Yo y luego otra niña y un varón. Mi madre no sabía de dar cariño, Ella nunca lo había  recibido, por eso tampoco pudo darlo. Siempre pensó que tener relaciones con su  esposo era un pecado, y eso nos fue inculcando a cada uno de nosotros. Creo que no había besos ni abrazos, ni un \"Te quiero\",  su forma de demostrar cariño era haciéndonos la comida,  lavando nuestra ropa, atendiéndonos si nos enfermábamos y llevandonos a la escuela y  buscandonos de la misma. Hoy quiero hablar de Ella, Ella que enfermó de la cabeza muy joven, tenia 41 años cuando se volvió \"loca\", eso es lo que todos decían,  el médico lo dijo con otros términos: \"Ezquizofrenia\". Yo no entendía nada y menos mis hermanos,  Sólo recuerdo que un día estaba muy agresiva con mi viejo y no lo quería dejar que fuera a trabajar, quería que se quedara con Ella. La internaron en un lugar de enfermos mentales,  estuvo no sé cuanto, tal vez un mes y luego regresó al hogar, eternamente medicada. Ella vive con medicación, y parece  totalmente normal, sólo que siempre está con sueño, pero no puede prescindir de la medicación. He necesitado tanto a mi madre, pero tanto, pero no he podido llevarle mis problemas, he aprendido a confiar en mis amigos, pero una amigo/a no es una madre. Esta historia es muy triste y siempre se las cuento a mis hijos diciéndoles que sean felices, que no comentan el  error que cometió mi vieja que por dedicarse en forma exclusiva a nosotros, sus hijos, descuidó su vida. Recuerdo que siempre quiso ser feliz, recuerdo que siempre decía que lo odiaba a mi viejo, que soñaba con que alguna vez otro hombre llegara a su vida y la haga feliz. Siempre tuvo un sueño distinto, pero...nunca lo pudo concretar, o tal vez sí pero yo no me he enterado. Siempre la tomo de ejemplo de lo que no hay que hacer en esta vida, dejar pasar el tiempo sin reaccionar, esperando el milagro y nunca haciendo algo para lograrlo. Mi vieja vive con mi padre actualmente, tiene 68 años, siguen peleando todos los días y creo que nunca fue feliz, siempre dijo que sus mejores años de felicidad fueron los de la escuela primaria. Dios le dio 4 motivos para que sea feliz pero nunca se dio cuenta de ello. Quiero mucho a mi vieja, siento mucha tristeza por Ella. Creo que ha dado la vida por Nosotros. Lamento que se haya quedado sin reaccionar en esta vida, no viendo lo maravillosa que puede llegar a ser.