Diaz Valero Alejandro José

Carta a una pianista

Señora pianista la saludo

mis respetos y admiración;

se que la música es su mundo

y por eso se empeña en su ejecución.

 

A veces se siente muy feliz

y sonríe de felicidad

aunque buscando la nota SI

le salga la nota FA.

 

Que buscando la clave de Sol

con la precisión de sus manos

salga errada la ejecución

de manera inesperada.

 

Y es que una mano intrusa

está sobre las teclas

y de manera confusa

desbarata su destreza.

 

Sus manos siguen tocando,

el  instrumento espera las notas,

y usted sigue distorsionando

cada nota que del piano brota.

 

Pero no es culpa suya señora,

es culpa de la situación;

su hijo la interrumpe y llora

y le roba la inspiración.

 

No es fácil tocar al piano

controlando el toque exacto,

tocando a una sola mano

y con un niño en los brazos.

 

Usted en ánimos de calmarlo

ha cometido la osadía,

de tocar  el piano para arrullarlo

y por eso falla en sus melodías.

 

Autor: Alejandro J. Díaz Valero

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