Muchachita

Reclamos a Cupido

Me involucras en situaciones complicadas,
por lo general equivocadas.
Tus flechas duelen;
pero sólo tú decides cuando sacarlas,
es tanta tu maldad.
¿Por qué sólo a mí? ¿Por qué no a ambos?

 
 
La flecha se incrusta en el fondo de mi alma; 
pero sólo te importa tu calma.
En tu defensa alegas decir que él también fue flechado,
¡eres un desdichado!
Tus flechas tienen nombres;
pero el mío nunca lo escribes.
¿Por que él nunca la recibe?
 

 
Sólo cuando quieres, unes dos corazones,
tienes tus razones.
Haces a mis ilusiones desvanecer y,
poco a poco llego a desfallecer.



Sin poder hacer nada, 
con brazos cruzados,
espero que me dejes libre de aquella flecha
que he intentado sacar 
y ha resultado ser mortal,
siento que me llega a matar.



Siempre es la misma historia, 
si no me falla la memoria;
pero soy disimulada,
ya estoy acostumbrada.