José Jacinto Corredor Cifuentes

TRABAJADOR

 

Ilusiones son los sueños del hombre

que se dedica a trabajar confiando,

en que algún mañana su situación mejore,

la ingrata casta directiva de su empresa,

que se niega por sistema,

a valorar su rendimiento

y sólo ve las fallas y mal comportamiento

de la humana máquina que contrataron.

 

Es un iluso si piensa

que con rendir a conciencia en el trabajo

y pasarse de lo estipulado en su contrato,

va a obtener un mérito valedero

que su infeliz salario pueda mejorar.

 

No cree que lo que importa no es su suerte,

sino la mayor rata de la producción;

pero,  como  la necesidad lo obliga,

se esfuerza y rinde, alentando

vanas esperanzas y lo único que logra

es hacer más ricos a los ricos y

cada vez, más pobres a los pobres;

porque si el pobre surge y se mejora,

devalúa y aminora al poderoso.

 

Quisiera en versos demostrar la frustración

que su ser revienta, mas, ni a eso atina,

pues su pluma es burda y desvalida

y no alcanza a hilvanar un verso

para elevar su laboral protesta.

 

Viendo esto, los opresores más lo aprovechan,

de rodillas los sirve y se contentan

con arrojar migajas para que se sostenga

y para no dejar que su servís levante,

en su nuca, dejan descansar con gusto,

el pesado talón que los sostiene.

 

Es triste contemplar tamaña infamia,

pero ninguno se atreve a comentar siquiera,

pues es igual su propio sino.