Fernandotorres

EL INFIERNO ESTÁ AQUÍ

El mundo ignorante

que tiembla ante su sombra

te nombra para despistar

el terror que les sofocas.


Pero yo sé

nombre no tienes.

Solo sentirte puedo

en lo hondo de mis entrañas

de las cuales te alimentas.


Te adoro

como la fuerza que despierta

nuestro instinto animal

sin el cual

criaturas del moho seríamos

con una moral prestada.


Por ti,

sangrante bestia

sumergida en nuestra cloaca,

merece la pena vivir

aunque la llenes de heridas.

Aunque todos te nieguen

volviendo a otro lado la vista.


Hipócritas que sueñan

sus vómitos de gloria,

los ojos puestos 

en su razón idiota

más allá no viendo

de la lista de sus compras.


En nosotros

que morimos en vida

y ansiamos dominar

lo imposible

hasta volvernos cuerdos,

tienes tus más

seguros servidores.


Bendícenos,

si la debilidad nos acecha,

destruyéndonos poco a poco

mientras comprendemos

los secretos escondidos

 por corazón y estrella.


Cierra con tu inmenso poder

las bocas de aquellos

que infelices nos llaman

y nos dan su compasión.

Su dios de pacotilla

nunca les contesta.


Me duele

cuerpo y alma suficiente

para alabar

todas tus obras.