Héctor(micorazón)

“Una Dulce condena”

Ella: -jajajajajajaajajajajajaa

Yo: -Miren como ríe. . No no, Esa no fue una simple sonrisa eso ya es una carcajada Jajaja

Ella: - ;) Claro y tú el causante de ella.

Yo: -está bien sí usted me acusa y me condena, Pues; sí Señor juez,  me declaró culpable de hacerle reír a carcajadas. . .

Ella: -Jajajajajaja mi corazón eres adorable jajaja quedas condenado!!!

Yo: -Que alegre condena dónde seré recluido su señoría?

Ella: -Usted estará recluido en las celdas de mi corazón y condenado a ser mi amigo en cadena perpetua!!! Sin derecho a fianzas, ni rebajas de pena.

Yo: -Vaya! como diría un personaje de mi país. . Soy un preso “pelucón” tremenda celda cálida y acogedora, su corazón: y que tiernas suaves y dulces cadenas las de una amistad aprisionada en confianza, sincera y eterna.

Ella: -Ya está  dicho condenado!*

Yo: -Y, pues;  ya  esto está muy hablado, estoy Condenado que se vaya mi abogado está despedido, él sólo es un charlatán mentiroso que me prometía libertad condicionada. Y yo  prefiero estar Aquí ya sin decir nada porque la libertad bajo fianza es desagradable, SÍ, yo soy culpable ¿Y qué? Ya lo confesé. Se ha hecho justicia y lo mejor, es mi dicha.

Ella: -Dicho esta, quedas en las celdas de mi corazón y de ahí no tendrás escapatoria .Pues los cerrojos de mi amor no abren si no con clave y esa clave no te será fácil de descifrar...así que tendrás mucho que batallar para poderte liberar. No sé si sea tu dicha o tu desdicha pero la cuestión ya está más que dicha eres mi cautivo y de aquí no sales vivo!!!

Yo: -Pues primero muerto en la cárcel de tú corazón que vivo en un frío callejón de ilusión, prefiero ser cautivo entre los cerrojos del amor que caminar libre entre sombras de la soledad, sí señor.

Ella: ;)   -:* te quiero mi corazón DIOS TE BENDIGA SIEMPRE!!  SOLO CUMPLE TU CONDENA .

Yo: -Con mucho gusto cumpliré mientras me aprisionen sus cadenas en está celda bendita ha de nacer el poema para el cerrojo y la clave no utilizaría la llave aunque fuese capaz de obtenerla Pues; estoy preso la más dulce condena.

Ella: -Espero tu dulce condena, no se convierta en el más amargo veneno, el cual tomes a medida lenta y como dolor incierto llames algún día al lamento. El cual te escuchara pero a ti no acudirá porque en mi tendrás lo dulce de la miel y lo amargo de la hiel. Ninguna condena es placida, tendrás que sufrir mi amor y llorar tu libertad!!  Y he aquí ya estas preso, cautivo, y de mi amor tu harás tu tormentoso dolor y delirio...

Yo: -Ah, que pues; ¿Que aburrido sería estar plácido y ser querido? Más, en lo amargo y en el dolor,  también puede verse evocarse al amor:  Esque en verdad ahí está lo bueno en beberse el veneno hasta la última gota y pegar un grito de angustia loca, desde adentro de la prisión, diciéndole al corazón entre sollozos: sí por no llorar mi libertad imploro sí por no sufrir es que me quiero ir te ruego me perdones tú sabes que los momentos malos son difíciles de resistir no quiero salir no, no me quiero ir. Quiero cumplir mi condena en las malas y en las Buenas.