Pedro Luis

Hay

Hay una hiedra de recuerdos

trepando por mi memoria

y de caricias los verbos

en mis erógenas zonas

allí donde tus arados

me tallaron con pasión

y como arena caliente

mi cuerpo te respondió

extraño tu ardiente lengua

tus jugos y tu sudor

tus susurros y jadeos

y el vaivén abrasador

y tus dedos jugueteando

en mi boca y en mi cuello

mientras que yo me emborracho

de pezones y de senos

y ya se esparce el deseo

por la piel como un incendio

que no pide se sofoque

sino que echemos mas fuego

y el respirar pareciera

como cuando se embravece el viento

 en tormenta de jadeos

de te amo y de te quiero

y allí es cuando no temes

de morir en el momento

cuando un orgasmo te avisa

que estas vivo que no has muerto