Soy feliz,
quizás no de la manera que los demás lo son,
soy feliz,
cuando logro alcanzar el silencio de mi mente,
y siento como si estuviera en el centro del todo.
Soy feliz,
cuando el éxtasis se apodera de todo mi ser,
y logro
ingresar en tu universo y creo comprenderlo,
así es como te reflejas en versos casi eternos.
Soy feliz,
cuando siento como mi alma fluye al saberte cerca,
me inspiro,
mis dedos se deslizan suave sobre el teclado,
y surgen versos con aroma de café y canela.
Soy feliz,
con aquellos pocos momentos en los que escribo,
palabras,
que se organizan solas como algo nunca dicho,
casi, como si el mundo pudiera ser traducido.
Soy feliz,
cuando los sentires estallan en mi corazón
tan hondos,
como cien océanos que ahogan diferencias,
es entonces cuando tu y yo podemos ser como uno.
Soy feliz,
cuando juntos podemos disfrutar del silencio,
miradas,
aves voladoras que atraviesan el espacio,
diciendo al universo cuanto nos necesitamos.
Soy feliz,
cuando aun sin habernos tocamos siquiera un dedo,
envueltas,
nuestras almas pueden viajar hasta el infinito,
unidas por algo completamente indefinible
Soy feliz,
cuando espero en la esquina a que tu mundo se acabe
y empiece
nuestro pequeño mundo a dar sus giros eternos,
hasta olvidarnos que existen otros más, allí afuera.
Soy feliz,
cuando te digo en pasado -mujer que fuiste amada -,
y tus ojos
respiran millones de luces multicolores
porque en tu corazón sabes que hasta hoy te sigo amando.