Romanticologo

MI PRIMER AMOR

Salen volando por mis recuerdos, aquella magia, aquella fantasía, el lumbral de sonrisas, la tierna porcelana de su piel tibia. Salen volando por mis recuerdos aquella niña de mi vida, con su aroma de vainilla, su perfecta sonrisa, con su portentosa mirada, que saciaba mis días.

 

Aún sueño su detalle de elegancia, aún sueño sus besos que me incitaban; incitaban a creer, incitaban a aprender, incitaban a buscar, me incitaban a amar… no me despido del calor de su abrazo, revive cada noche imaginándola sentada en mi regazo, atrapándome con sus suaves brazos, susurrándome un “te amo” a mis labios.

 

Salen volando por mis recuerdos, aquella fuerte vibra, que me transmitían aquellas rimas a orillas, a orillas de aquel sillón que miraba mudo nuestra terca pasión, que escribía una linda canción, la canción de mi primer amor.

 

Dejaré que las imágenes que ahora transitan en mi mente escriban una poesía llena de fervor, donde pueda explicarte paso a paso lo que representó aquel símbolo lleno de pasión, en la cual pueda expresarte qué significado tiene  para mí, tu inmensa belleza que por tanto me cautivó. Es que ¿A quién más podría separar la distancia entre aquellos años dorados del pasado junto a ti, y el presente taciturno que hoy desprende destellos de nuestros momentos en olas sin fin?, para enseñarte que siguió conmigo la inmensa ternura que por ti, me atrevía a sentir.

 

Mi primer y tan bello amor, contigo aprendí a amar, aprendí a soñar, me hiciste viajar, a un mundo de fantasía donde podía volar, tocar las nubes en cada roce de tus labios, sentirme adulto cuando apenas era un joven muchacho. Ahora solo escribo esta rima con fines de crear una canción que puedas memorizar sus letras y recordarme con bella atención.

 

Aún sueño aquel bello de cuento de hadas, que no dejará de estar sumido a mis recuerdos, tiene un sello inscrito en lo eterno, y su llave está ahogada en mis anhelos, y te confieso que te extraño; pues aunque parezca extraño los años no se han llevado tu silente compañía,  en quimeras vivo como un ratón asustado, y dudo más que un dolor angustiado; esta triste percepción me hace estremecer, ya no sé si mi felicidad otra vez vuelva a nacer… Pues en tu ausencia creé una fuerte rima en mis dudas, una  inmortal soledad que no se llenó con distintas ternuras, y aún así solo espero para ti el más grande amor que te despierte esa sensación que un día por ti en mi nació, que conozcas la felicidad que yo pude darte y que ahora no puedo encontrar, que te roben una sonrisa punzara cada día y un largo suspiro cada noche, que te sueñen como yo lo hago en mis reproches, y que luego te desposen, que todas las mañanas el alba te entregue la paz, y que quien sea el gran afortunado de tenerte te invite a pasear,  allá al lugar donde yo quería tenerte, allá a aquel sitio donde lo efímero no existe y los besos se hacen eternos, allá a la profundidad del corazón, donde te inmortalizas al alma, tal como conmigo pasó, donde te guardaste como mi primer y único gran amor.