Albin Lainez

dónde perseguir tanto

,

,

Dónde perseguir

la eterna bestia de los sueños al fin rotos por doquier?

Hechos triza de cementerios. 

¿Cuál estación sin nubes vista

ni anochecido eclipse, huye envuelta con lienzos,

cenefas de anunciar despedidas a tantos planes,

cielos e infiernos como nos rezaron?

Los pies se desdicen ante el cruce de caminos.

Se va uno de mí hacia la derecha

al encuentro con su propia voz tormentosa

que dice un país desorbitado de intermitentes batallas perdidas.

El que sigue, parte también sin mirarme atrás,

presto y prudente rumbo a sueños irracionales

que le nacieran cuando cruzó molinos de arena de viento

rumbo a las páginas erróneas de un libro pasto de las llamas

Entonces, ya siendo vacío, desmembrado utópicamente,

quedo a la espera de que algo regrese,

que verifique si aún queda vida aquí,

o siquiera planes para un vago futuro en ciernes,

que verdaderamente no existe jamás,

pero en algo hay que creer,

aunque insepulto por reminiscencias

de lo que no fue, subsista.

Luego de siglos a pesar del abandono,

me buscarán en vano entre carteles de los desiertos,

bajo las piedras blancas de espera,

y tendrán que lamentarse

por no haber hospedado al suicida tras espejos.

Hasta mi sombra será un canto

de pájaras ciegas