Ivan martinez

Regálame un sorbo de tus caricias

 

 

 

Regálame un sorbo de tus caricias

para revivir lo grueso de estas manos viejas

y soportar el invierno de los últimos tiempos.

 

Quiero volar en tu vientre

por la cúspide de tus dunas fervientes,

reposar en el nido

donde el fénix vuela a duelo;

y desafiar el miedo

dentro de la cueva de la serpiente…

 

Con el reloj que palpita el cuerpo

en un juego corriente, sin agujas

que en certero tic tac, dicta el instante final sin dirección.

 

Dame a respirar de las hojas de tu arboleda

no me ignores por ser tan pura,

que este otoño invernal no sucumba

mis ansias de surgir de tu frescura…

 

Que estaré frente a tu jardín

en la franja abierta de tu mirar…

¡Solo que no se la distancia!

 

Pero que tus lianas se enreden en mi alma

Ninfa azul de inexplicable silueta,

agua de dulce fuente que rejuvenece

el atmosfera de este antiguo planeta.

 

Pues tu tesoro invaluable

suple el amor a mi pobreza,

fecundando mi alma

de tus muchas riquezas.