No sé por dónde empezar,
pero te diré lo que pienso.
La poesía, para mí, siempre será,
cómplice de lo que siento.
Los versos están en el aire
y los cojo cuando me inspiro,
acompañado o cuando no hay nadie,
siempre por siempre yo escribo.
¿Para qué sirve?
Para lo que tú quieras,
si acaso te sientes triste,
o la alegría a tu alma llega.
La poesía, mi estimado amigo,
no es más que todo o nada,
es un arte, una expresión,
es la razón de mi alma...