Antonio B.

Amor de silencios.

 

 

Evaporada la palabra, enmarcamos reflejos en la cima de sueños, trasladando el cuerpo en terrenos sin conquistar, al arrullo calido que se deja amar.

 

 

 

Junto tus rojos labios, escucho tú conversar,

mirando sin intención de caminar, dejo el respirar como un error más, flagelando interiores al no sentirme capaz.

 

 

 

¿Tan difícil es, tan complicado actuar?

Que mi lengua, paraliza lo tantas veces practicado junto el cristal,

convencido en casa, tiemblo frente ella. A solas, cuando su olor ya me alimenta, enmudezco de absurda vergüenza.

 

 

 

Se atascan mis dedos mientras escribo lo que siento,

ante mi, tu fresco recuerdo, incapaz ya este ultimo aliento, de gritar enfrentando al tiempo, cuanto te quiero.