CARLOS ALBERTO BADARACCO

LA SONRISA DE LA VIDA

 

 

Por qué llorarle a las penas,

si estas se asfixian con luz,

yacen hondo en la tierra,

las expiaciones con  alborozo.

La sana vida preanuncia

un mensaje de eterno amor.

 

Subiendo siempre la cuesta,

donde las fatigas comienzan,

se alza con gran entusiasmo,

la sublime intención de la vida:

amarnos hasta el cansancio

con la fuerza eterna del alma,

arrojando luz y esperanza

en cada huella dejada.

 

CARLOS A. BADARACCO

28/10/12

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