alexander omar

Caminos en las tinieblas.

lágrimas soledosas que me embargan de tristeza,

cuando en momentos tristes, tan tristes,

Oh aurora, luz del sol, a donde te fuistes,

dejándome solo en la oscuridad que me besa.

 

No quiero llorar, no, no quiero,

con firmeza me opongo a que me embargue el llanto,

pero el eco de un lejano canto

llaga a mí, y es cuando me desespero.

 

Y caigo en un estado de frenesí,

en donde un inmenso tormento me atormenta,

con una desolación profunda, que se asienta,

como negra tiniebla , dentro de mí.

 

Y  así estoy: triste en una vida vana,

deseando las auroras de ayer,

y mis tristes ojos con el ensueño en la mañana,

asomado en la ventana,

esperando mi dulce amanecer.