Hija del Sol

COSAS DEL DESTINO

 

Quiero decirte que desde el día que te conocí

sin demoras, no supe nunca más acerca de mí…

Ya en silencio te amaba, sin saberlo te soñaba,

y sin pretenderlo  tú en mí también te fijabas.

 

Sí, me perdí en ese fijo horizonte

mis sentidos ya buscaron otro norte,

yo miraba en silencio tu proceder

no sabía ni cómo darme a conocer.

 

Día a día tú guíabas mis emociones,

mis oídos escuchaban tus canciones,

al verte, mi cuerpo ya tú lo estremecías,

e instintivamente ya me pertenecías.

 

Quiero que sepas que el destino me engañaba

que poco a poco sin entenderlo a ti me acercaba,

que a tu vida yo estaba llegando sin esperarlo,

hoy lo cuento y no me resulta difícil contarlo.

 

Tu vida y la mía diariamente se cruzaban

al abrir la página nueva, ahí ya estabas presente

que tú siempre eras el dueño de todas mis mañanas

y si no te veía, te buscaba enloquecidamente.

 

Y, un suspiro a mí siempre se me escapaba,

viajaba soñoliento y tú lo apresabas,

era mi sueño, sólo mi sueño y nada más

y, eras mi imposible que nunca sería verdad.

 

Al final, el destino nos jugó una buena pasada,

somos amantes  de sueños y de almohada,

tu Dios y el mío nos permite desmedidamente

que seamos “uno” desde hoy y para siempre…