romeo14

Ruido blanco

Llegó el incesante

matraqueo de los engranajes,

no en coches

no en aviones

no en relojes

no en sofisticados aparatos;

 

aunque

sí en coches

sí en aviones

sí en relojes

y en sofisticados

e inútiles

aparatos;

 

pues el estertor impúdico

que acabó con las aves

y relegó a las plantas al reino del olvido

provenía

del pecho de los hombres.