Heme aquí aún después de tantos años
Y simplemente no soy capaz de evitarlo,
Tengo que seguirme cuestionando, preguntando
¿Quién amor, quién decidió llevarte de mi lado?
¿Será que fuimos separados por la misma tierra,
Que no pudo evitar sentir celos de tu belleza?
No, no fue esta majestuosa reina nuestra.
Aunque me quisiera ver sufrir, no es tanta su dureza.
¿Será que fue la sonora tempestad de las aguas,
Que al oír más fuertes nuestros latidos nos odiaban?
No, no pudo ser ese gran ser con tanta calma.
Aunque quisiera lastimarme, no podría haber pena mas errada.
Quizá fue simplemente que nos consumió el fuego,
Que hizo que poco a poco nos destruyéramos por dentro.
¡No, no puede ser! ¡Me niego otra vez a creerlo!
¿Quién maldita sea, quién inicio mi tormento?
¿Fuiste tú acaso, ser tan mágico que te haces llamar viento?
¿Fuiste tú quién decidió llevarse todos mis sueños?
No, yo se que no es así. Yo se que tú no me harías esto.
No tú, a quién le digo que aún le amo, y fielmente guardas mi secreto.
Y que vuelas por el mundo, y le susurras un “te quiero”,
Que va de mi parte para aquella mujer y sus sentimientos
Que en mi alegre niñez me demostraron que el amor no es un cuento.
Y si por ahí te encuentras tú que me separaste ella,
Ten por seguro que cuando la abrace otra vez,
Tú, maldito e infame; dejarás de tener fuerza.