nelida anderson parini

A MANOS LLENAS...

Con las manos henchidas de cansancio,

 de esperanzas teñidas las visiones,

el cabello trenzado en decisiones,

 el éxito de ayer fermento rancio.

 

 Ni palmas, ni laureles, ni cansancio,

dibujan en su rostro pretensiones,

ni enmarañan el ego convicciones,

melifluo embaucador, de acento rancio.

 

Con las manos rasgadas en trabajos,

por trama de ideales redentores.

Abriendo el corazón en dulces gajos,

 

destila al sentimiento de temores.

Pariendo pensamientos en legajos,

la poesía imanta sus valores.