Me robas un beso,
¡Tu!, ladrón de mis aposentos,
Que buscas hoy en mi jardín,
Rosas, Azucenas, Alelíes,
¿Qué quieres de mí?
Hoy no tengo nada para ti.
Ayer fui sedienta de tus besos,
Sedienta de caricias,
Que tu piel destilaba, entre sonrisas,
Tus manos dibujaron mi cuerpo,
Tus besos pintaron mi piel,
Amante fuiste amigo,
Pero ya no hay caminos.
El jardín está prohibido para ti,
He cercado con espinas,
La valla que saltaste sin aviso,
Y he puesto un alto a tus deseos,
Vete ladron, por tu sendero.
No soy capricho de nadie más,
Vete por donde las piedras,
No dejan huellas,
Aquí no cabe la mentira,
Ni el dolor, ni la ausencia.
Vete, porque ya todo acabo,
Entre tú y yo,
Ya no quedan semillas de deseos,
Ni una pisca de aquel amor,
Que tus mentiras marchitaron,
Y tu tierra arida seco.
Hoy mi jardín florece,
Pero ya no es para ti...